Entonces lo comprendí. El universo entero, la vida misma es una danza eterna e incansable, desde el movimiento de los astros alrededor de los soles hasta la danza diminuta dentro del átomo. Y ese bailar hacia adentro puede conectarnos con lo que somos en verdad: pequeños e infinitos...
PENSAMIENTOS Y REFLEXIONES
Entonces lo comprendí. El universo entero, la vida misma es una danza eterna e incansable, desde el movimiento de los astros alrededor de los soles hasta la danza diminuta dentro del átomo. Y ese bailar hacia adentro puede conectarnos con lo que somos en verdad: pequeños e infinitos...
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